Tres claves para una correcta nutrición infantil
En el siguiente artículo se provee información acerca de la importancia de una buena nutrición infantil. Y principalmente, se describen tres de la principales claves para conseguirla en la vida de lo más pequeños.
¿Por qué es tan importante?
La correcta alimentación de los más pequeños es algo fundamental para garantizar su buen desarrollo físico y mental. Está seriamente comprobado que lo niños que ingieren los alimentos adecuados no sólo tienen un excelente rendimiento en las actividades físicas, si no que también lo hacen en el ámbito escolar y social.
De esta manera, la nutrición durante esos primeros años será un condicionante para el resto de sus vidas.
Es así que se vuelve sumamente importante el hecho que los padres sepan elegir cuidadosamente lo que incorporarán a la dieta de sus hijos. Y sobre todo, que se informen correctamente a través de sus pediatras o de bibliografía especializada, acerca de las nociones básicas de nutrición infantil.
A continuación se describen tres claves obtenidas a través de fuentes de este tipo, de mucha ayuda para conseguir una alimentación sana y adecuada para los chicos.
Tres claves
1. La primer clave para una correcta nutrición infantil es la variedad. No existe un alimento que por si sólo pueda aportar al organismo las sustancias que este necesita para permanecer sano.
De esta manera, es importante que cada día los niños tengan presentes los carbohidratos, proteínas, vitaminas y minerales en sus comidas. Para ello, deben consumir frutas, verduras, harinas, carnes, lácteos y dulces.
2. En cuento a las frutas y verduras, la clave para una buena alimentación es ingerir cinco porciones diarias de cada tipo. Es decir, cinco de frutas y cinco de verduras. Esto no significa que deban estar todo el día comiendo estos alimentos para ingerir la cantidad necesaria, sino que puede hacerse de diferentes maneras.
Por ejemplo tomando en el desayuno un jugo que contenga más de una fruta, una variada ensalada de guarnición en el almuerzo, y una completa sopa de verduras en la cena con una ensalada de frutas como postre.
3. Y por último, la tercer clave consiste en evitar las grasas saturadas y el exceso de azúcares. Para ello, es necesario ser cuidadosos con las raciones de mantequilla, alimentos fritos y artículos de repostería que van a comer los pequeños.
