El Beso de Gustav Klimt: características e interpretación
En el siguiente artículo se posee información acerca del cuadro "El Beso" del pintor Gustav Klimt. Se describen sus principales características y sus dos interpretaciones más conocidas.
Características del cuadro
Gustav Klimt es un pintor austríaco, nacido el 14 de julio de 1862 en Baumgarten (localidad cercana a Viena) y fallecido el 6 de febrero de 1918. Se trató de un pintor fundamentalmente simbolista, y uno de los pioneros del arte modernista perteneciente a la secesión vienesa.
Su cuadro "El Beso", es una de las obras más conocidas de este pintor. En él se pueden apreciar las habilidades del mismo en cuanto al uso de los símbolos. Este cuadro fue realizado entre los años 1907 y 1908 sobre un lienzo cuadrado de 180 cm. x 180 cm, constando de la técnica del óleo. A través de la misma, Klimt creó su obra combinando mosaicos y decoraciones sobre un misterioso fondo dorado.
"El Beso" posee una de las características más apreciadas por el artista. Se trata de la representación de la figura femenina, que aporta una intensa sexualidad y erotismo a la obra. Además, incluye a un hombre que la rodea con sus brazos. Su rostro no se puede apreciar, mientras que el de la mujer permanece de forma impersonal, ya que sus rasgos no poseen claridad alguna.
En cuanto al entorno en el que se ubican las figuras principales, se puede decir que es indefinido. Se trata de un color dorado opaco, que aporta cierta inquietud a la obra.
Interpretación
Existen varias interpretaciones acerca del simbolismo e iconografía de "El Beso". La más reciente la atribuye a una representación del momento en el que Apolo besa a Dafne, la ninfa que se encuentra convirtiéndose en un laurel (relato proveniente de "La metamorfosis de Dafne" ubicada en la obra de Ovidio).
Por otro lado, existe una interpretación que atribuye a la figura masculina y femenina la representación de la pareja que componía el mismo Klimt con su amante, Emile Flöge. A través de los símbolos utilizados, el artista podría haber deseado representar el erotismo de la pareja, al mismo tiempo que la posible tensión en esa relación, representada a través del hombre que parece tener "prisionera" a esta mujer que no puede escapar de entre sus brazos.